Al igual que en su nueva generación de camiones, Scania basa su sistema productivo enfocado en tres pilares: eficiencia energética, combustibles alternativos y electrificación, y transporte inteligente y seguro. Para ello, la planta tucumana cuenta con iluminación de led, que permiten lograr un ahorro aproximado de 10% del consumo total de energía. Además, se utilizan emulsiones sintéticas y de aceite biodegradable –de origen más amigable con el medio ambiente-, que también permiten extender su vida útil en los procesos productivos, reduciendo el consumo de hidrocarburos durante la fabricación.
Otro punto destacable es el tratamiento de residuos: los aceites y virutas metálicas son reciclados en su totalidad, aprovechándolos en nuevos procesos productivos o convirtiéndolos en materiales reutilizables. El resto es enviado a plantas recicladoras de la provincia. También la fábrica posee su propia planta de tratamiento de efluentes cloacales e industriales, que permite que el agua pueda ser reutilizada para riego de cultivos y otros procesos productivos en la empresa.
“El transporte está detrás de todo lo que vemos, es la base de una economía competitiva. Pero actualmente también contribuye en parte a la problemática del calentamiento global, por eso la ambición de Scania es liderar el cambio hacia un sistema de transporte sustentable. La electrificación, la digitalización, y la automatización son ejemplos de realidades que ya están cambiando nuestra industria”, explicó Andrés Leonard, director general de Scania Argentina.
Por su parte, Fabio Barreto, director general de la fábrica de Tucumán, destacó: “El plan de inversiones de 35 millones de dólares anunciado en marzo tiene como objetivo no solo alcanzar un mayor nivel de eficiencia y capacidad productiva, sino también ser más amigables con el medio ambiente”.
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